La expresión “cortar el nudo gordiano” alude a la leyenda griega que prometía el dominio de Oriente a quien consiguiera desatar el nudo que sujetaba el yugo al carro de Gordias, rey de la ciudad de Gordio, capital del reino de Frigia (península de Anatolia, actual Turquía). Alejandro Magno, con la firme intención de conquistar Persia, decidió cortar el nudo con una espada, afirmando que “tanto monta desatarlo que cortarlo”.