Cuando nueve personas indefensas son asesinadas en una iglesia, eso no es un "tiroteo", es una masacre. Cuando un hombre blanco de 21 años de edad que lleva insignias de odio racista en su chaqueta, entra en una iglesia y asesina nueve personas negras indefensas, no lo llamaría un "crimen de odio" por un “lobo solitario”. Es un ataque terrorista por un supremacista blanco.
Desgraciadamente, la siguiente descripción es exactamente lo que ocurrió el 17 de junio en Charleston, Carolina del Sur, entre las 8:00-9:00 p.m.
Procurador Ordóñez siembra odios y atiza la guerra
En la intervención de este domingo en el palacio de Convenciones, el vocero de las FARC-EP Marco León Calarcá se refirió a las denuncias hechas por el Procurador ante la Corte Penal Internacional acerca de las supuestas desapariciones realizadas por esta organización insurgente.
Enero 12 de 2015
DENUNCIA PÚBLICA
Los Prisioneros de la Torre número 5 del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Alta y Media Seguridad Valledupar “La Tramacúa” o “Guantánamo de Colombia”, denunciamos ante la comunidad nacional e internacional la agresión de la que fuimos víctimas por parte del cuerpo de custodia y vigilancia del establecimiento penitenciario.
El 21 de octubre del año 2010, como consecuencia de particulares circunstancias, una mujer identificada como Andrea Pavierna Ramírez, guerrillera del Bloque Iván Ríos, se vio obligada a internarse de urgencia en el Hospital Pablo Tobón Uribe, del municipio de Apartadó, en el Urabá antioqueño, acosada por su avanzado estado de embarazo y las graves dolencias que le hacían temer por su vida y la de la criatura por nacer.
Ante la tragedia que vive el pueblo palestino bombardeado y atacado con poderosísimo armamento por el ejército de Israel, una vez más, en esa cárcel y campo de concentración a cielo abierto que es Gaza, hago un llamado a todos aquellos sectores que honestamente saben del genocidio que está sufriendo esa población, consentido y apoyado por el poder mundial para emprender una solidaridad activa y denunciar la temible campaña de desinformación y manipulación mediática que ha paralizado la reacción en muchos lugares del mundo, contra esta cruel acción de exterminio.
La Habana, República de Cuba. Diciembre 14 de 2012.
Sede de los diálogos por la paz con justicia social para Colombia.
A las acciones de guerra que contra el pueblo y contra el proceso de paz se han desatado desde la institucionalidad estatal, se suma hoy la decisión del Congreso de la República de aprobar la reforma a la justicia penal militar.
(Por Atilio A. Boron) La escalada desestabilizadora que actualmente sufre la Venezuela bolivariana tiene un objetivo no negociable: el derrocamiento del gobierno de Nicolás Maduro. No hay un ápice de interpretación de quien esto escribe en esta afirmación. Fue expresada en reiteradas ocasiones no sólo por los manifestantes de la derecha en las calles sino por sus principales líderes e instigadores locales: Leopoldo López (ex alcalde del municipio de Chacao, en Caracas, y jefe del partido Voluntad Popular) y María Corina Machado, diputada por Súmate a la Asamblea Nacional de Venezuela. En más de una ocasión se refirieron a las intenciones que perseguían con sus protestas utilizando una expresión a la que regularmente apela el Departamento de Estado: “cambio de régimen”, forma amable y eufemística que reemplaza a la desprestigiada “golpe de estado”. Lo que se busca es precisamente eso: un “golpe de estado” que ponga punto final a la experiencia chavista. La invasión a Libia, y el derrocamiento y linchamiento de Muammar El Gadafi son un ejemplo de “cambio de régimen”; hace medio siglo que Estados Unidos está proponiendo sin éxito algo similar para Cuba. Ahora lo están intentando, con todas sus fuerzas, en Venezuela.
Por simple cuestión de principios nuestra consciencia está obligada a condenar el fallo de la Procuraduría General de la Nación que ordena la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. También por ellos nuestra consciencia se siente comprometida con la inconformidad, la protesta y la respuesta popular a semejante arbitrariedad. Basta el simple sentido de la decencia para ponerse de lado del destituido funcionario.
El viaje del procurador Ordóñez a La Haya para que desde allí se frene al Gobierno Nacional si se le va la mano en indultos y amnistías, en lo que ahora se llama justicia transicional, es lo último de su desorbitada actuación en el ministerio público.